20 de gen. 2011

Jabon

El jabón, nos acompaña todos los días en el cuidado de nuestra piel, higienizándola y cuidandola.

La mayoría de los jabones comerciales se hacen con sebos de grasa animal, ya que tienen una mayor duración y su precio es muy accesible. Sin embargo, presentan la desventaja de secar la piel y en ocasiones producir irritaciones y molestias.

Los jabones transparentes altamente glicerinados como estos, contienen alrededor de un 15%-20% de glicerina pura. Conocidos como "jabón de glicerina moldeable". Estos jabones a causa de su alto contenido en glicerina, son jabones muy hidratantes para la piel y brindan además la ventaja de ser jabones neutros, con un pH similar al nuestro, (entre 5 y 7).

Su poder emoliente y su naturaleza beneficiosa para la piel, los hace especialmente benéficos para pieles sensibles e infantiles.

La glicerina es un humectante, lo que significa que atrae la humedad a tu piel. Es un subproducto natural del proceso de la fabricación de jabón y se obtienen fundiendo aceites y grasas vegetales en un medio alcalino.

Es un liquido totalmente inodoro, falto de color y transparente; se usa como bactericida, suavizante y lubricante, pues, en cantidades adecuadas conserva y mantiene la humedad natural.

Hoy en día se combinan con hierbas y sustancias medicinales que potencian y reúnen más propiedades vigorizantes y calmantes. Es decir, son más personales, y podemos buscarlos para acciones concretas.

Estos contienen aceites esenciales puros para la aromaterapia, aceites como el de argán, rosa mosqueta, albaricoque, aguacate, germen de trigo, avellana… y otros productos cien por cien naturales de gran calidad como aloe-vera, cacao, avena, miel…, así como diferentes tipos de arcillas con sus propiedades especificadas en la etiqueta de cada jabón.

Pueden comprarse en pequeñas porciones e ir probando cual se ajusta mejor a nuestra piel